viernes, 24 de abril de 2009

Ámterdam: una ciudad abierta, tolerante, acogedora.

Ámsterdam es una ciudad que simplemente me encanta. La he visitado en dos ocasiones. La primera vez, me hospedé en un hostal de…dos estrellas, a unos 20 minutos del centro. Pasear por sus calles, cruzar sus canales, sus mercados, flores, gente, bicis…muchas bicis, vayas por donde vayas siempre llegas a la Plaza Dam, el eje de esta acogedora ciudad.

Algo que me llamó mucho la atención fueron las casas, hileras de casas estrechitas y de muchos colores, ligeramente inclinadas hacia un lado o hacia delante. Hacia un lado porque están construidas sobre pilotes en el agua o arena muy mojada; casi todas datan del siglo XVII y se han ido torciendo. Hacia delante, por dos motivos: como hay largas temporadas de lluvia se hacían las casas así para protegerlas de la humedad, y al ser las escaleras muy empinadas, las mudanzas se hacen por la ventana y de esta manera, no se daña la fachada. Curioso.

Aunque lo que indudablemente te resulta atractivo, o al menos, diferente es el Barrio Rojo. Múltiples vitrina de cuerpos exhibidos sin pudor, sex shops y coffes shops. La industria sexual a pie de calle. En los coffes shops toda persona mayor de 18 años puede comprar hasta cinco gramos de marihuana o hachís. Estos locales se hallan bajo el control legal e impositivo del Gobierno Holandés. Las drogas llamadas “duras” estan prohibidas y se penaliza fuertemente a quienes las trafican.

Hay muchas cosas que visitar, ¡no hay tiempo que perder!. Si te gustan los museos, Ámsterdam tiene más de cincuenta. Descubre los tesoros del Rijksmuseum, las maravillosas obras de Vincent en el Museo Van Gogh, y luego el Stedelijk Museum con obras de Cézanne, Monet, Picasso, Chagall y otros no menos importantes Resulta muy interesante conocer la casa de Anna Frank, su historia, su infancia interrumpida.

Mientras caminas bordeando la misma calle hacia abajo, encuentras el Homomonument un monumento erigido en memoria de los caídos por la causa homosexual.La obra es creación de la artista Karin Daan y fue instalada en 1987. Está constituida por tres enormes triángulos equiláteros de granito rosa.

En fin, una ciudad abierta, tolerante, acogedora, mágica, curiosa, respetuosa, que le gusta dialogar, misteriosa y... holandesa.

1 comentario:

  1. Un artículo interesante, bonita ciudad...
    Ánimo con el blog!

    Un saludo,
    Joan Vendrell de Rumboperdido

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