miércoles, 10 de febrero de 2010

Portland, Oregon, EE.UU.

Era el verano de 2004. Tenía 17 años. Mi tío es americano y fuimos a la boda de su hermano en Portland, la ciudad más grande del estado de Oregon, donde estuve con ellos dos semanas. La boda se celebró en Rose Garden, un maravilloso parque lleno de rosas de todo tipo, de todos los colores y tamaños.

Portland se encuentra entre el océano Pacífico y el río Columbia. En una de mis excursiones fuimos a un pueblecito pegado a la costa pacífica; el cielo estaba gris pero le daba mayor belleza aún al océano, a esa playa de arena blanca y aire puro. A media hora de Portland, están las cascadas de Multnomah, una de las mayores bellezas naturales al este de ciudad y en el corazón del río Columbia. Es lo que podríamos denominar un must turístico.

Al igual que lo es el Monte Hood, al noreste de Oregón, la montana más alta del Estado y la cuarta de la Cordillera de las Cascadas. Pertenece al Bosque Nacional del Bosque Hood y es uno de los lugares más visitados de la región por esquiadores, alpinistas o excursionistas que disfrutan de este paraje natural. Tiene 12 glaciares, seis áreas esquiables que alcanzan en total más de 18 km2 y además, es un volcán activo (aunque con el paso de los años el riesgo de erupción es cada vez más improbable). Yo no subí hasta tan alto, me quedé en el hotel Timberline Lodge, lugar donde se grabó la famosa película de Stanley Kubrick, "El resplandor". Qué miedito cuando las puertas se abren solas al pasar! los pasillos largos, silenciosos, sólo se oye el sonido de tus pasos...Eso sí, las vistas al Mount Hood, increíbles!

Durante las dos semanas que estuve allí, anduve por el centro de la ciudad, caminé por sus parques, visité una de las librerías más antiguas de Portland, The Powell Book y como iba con niños, también visité un museo infantil y el zoo, entre otras de las actividades! (todas incluían hamburguesas, pancakes y peanut butter). Mis tios regresaron a España, pero yo cojí un vuelo a San Francisco donde me recogió la prima de mi tio, que tenía un año menos que yo (16), Kelsey. Un mes y medio más estaría en California y Kelsey y su familia me convertirían en una americanita más.

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